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Pepillo y el enemigo con bigote

Obra: Pim, pam, clown

Autor: Tomás Afán Muñoz

Tipo de texto: Dramático


MADRE: Pepillo, hijo mío, ¿qué haces?
PEPILLO: La guerra, mami.
MADRE: Vente pa la casa ahora mismo, que no son horas.
PEPILLO: No puedo.
MADRE: ¿Por qué?
PEPILLO: Porque me han hecho prisionero.
MADRE: ¿Quién?
PEPILLO: Este señor con bigote, que es de los enemigos.
ENEMIGO CON BIGOTE: Buenas noches, señora.
MADRE: Haga usted el favor de soltar a mi Pepillo, que tiene que cenar.
PEPILLO: Mami, no nos interrumpas que estamos en mitad de una batalla.
MADRE: Vente pa la casa ahora mismo. ¿Qué te tiene dicho tu padre?
PEPILLO: ¿De qué?
MADRE: De las batallas.
PEPILLO: ¿Que no quiere que nos metamos en batallas?
MADRE: Eso es, que luego vienes con ia ropa hecha un asco. Vamos, pa la casa, ahora mismo.
ENEMIGO CON BIGOTE: Señora, ¿no puede esperarse un rato?
MADRE: ¿Y que se enfríen las habichuelas?
ENEMIGO CON BIGOTE: Un ratillo sólo.
MADRE: ¿Cuánto?
ENEMIGO CON BIGOTE: Pues unos diez minutos que dura el consejo de guerra, y cinco minutos que dura lo de fusilarlo, en total un cuarto de hora, mas lo que tardemos en traerle el cadáver.
MADRE: Ni hablar, que las habichuelas frías no están buenas.
PEPILLO: Pero mami, por favor, que estamos en guerra.
MADRE: Pues hacer la paz.
ENEMIGO CON BIGOTE: Sí es que, ahora, no se puede, señora.
PEPILLO: Estamos en mitad de una invasión.
MADRE: ¿En una invasión? ¿Qué te tengo yo dicho de las invasiones?
PEPILLO: Que no me meta en invasiones con desconocidos, ya lo sé.
MADRE: ¿Ése es el caso que me haces? Y cuando se entere tu padre. Que ya sabes que tu padre es muy suyo para esto de las invasiones. Que no deja pasar ni una.
PERILLO: Pero mami si es que me lo han ordenado.
MADRE: ¿Lo de invadir?
PEPILLO:Sí.
MADRE: ¿Quién?
PERILLO: Pues los del ejército.
MADRE: Ves. Lo que yo decía. Las malas compañías. Mira que yo quería que te metieras en lo de los bailes regionales, pero ea, el niño se tuvo que meter en lo del ejército.
PERILLO: Pero mami.
MADRE: Con lo feos que son los trajes del ejército, y los sucios que son, y con lo bonitos que eran los trajes de lo de los bailes regionales, que además te llevaban de viaje a hacer actuaciones y no invasiones.
ENEMIGO CON BIGOTE: Señora, que el ejército es, también una cosa muy bonita.
MADRE: Pero muy sucia, que la sangre es muy difícil de lavar.
ENEMIGO CON BIGOTE: Bueno, yo en eso no me meto.
MADRE: Claro, es muy bonito estar todo el día matando sin preocuparse de nada. Como luego somos las madres las que tenemos que frotar y frotar.
PE PILLO: ¿Entonces no me dejas?
MADRE: ¿El qué?
PEPILLO: Lo de irme de prisionero, con este señor con bigote, de los enemigos.
MADRE: Ni hablar del peluquín.
PEPILLO:Jolín, mami.
ENEMIGO CON BIGOTE: Señora, por favor.
MADRE: Que no, que la semana pasada le di permiso para irse de masacre y de genocidio y me volvió a las tantas de la madrugada, hecho un asco, y con un pedazo de bomba...
PEPILLO: Mama, esas cosas no se cuentan.
MADRE: Con una bomba, que tuvimos que hacerla explotar en el patio, y me rompió dos o tres macetas.
ENEMIGO CON BIGOTE: ¿Y entonces, qué hacemos?
PEPILLO:Y yo qué sé.
MADRE: Pues dejadlo para mañana.
ENEMIGO CON BIGOTE: ¿El qué?
MADRE: Lo de fusilaros.
ENEMIGO CON BIGOTE: Si es que mañana es domingo y a mí los domingos la familia no me deja hacer fusilamientos.
MADRE: Bueno, Pepillo, te doy un minuto para que subas a comerte las habichuelas, y se acabaron las tonterías.
PEPILLO: ¿Y si no quiero?
ENEMIGO CON BIGOTE: Eso, señora. Su hijo es grande, y usted no le puede obligar.
MADRE: ¡¿QUÉ?!
PEPILLO: Nada mami.
ENEMIGO CON BIGOTE: Era una broma.
MADRE: A mí no me gustan esa clase de bromas.
PEPILLO:Jolín.
ENEMIGO CON BIGOTE: Qué susto.
MADRE: Y cuando se entere tu padre de lo de esta noche, se va a poner hecho una fiera y un basilisco, y se os van a acabar las batallas y se os van a acabar todas las guerras, y los bigotes, inmediatamente.
ENEMIGO CON BIGOTE: Señora no exagere.
PEPILLO: No si no es exageración.
ENEMIGO CON BIGOTE: ¿Ah no?
PEPILLO: Tú es que no conoces a mi papi.
ENEMIGO CON BIGOTE: ¿Qué?
MADRE: Y se acabó lo de excavar trincheras en mitad de la salita.
PEPILLO: Mami, es que tengo que practicar.
MADRE: Te la has ganado. Se lo voy a decir todo ahora mismo a tu padre.
PEPILLO: ¡Adiós!
ENEMIGO CON BIGOTE: ¿Qué pasa?
PEPILLO: Que ha ido a contárselo a mi padre.
ENEMIGO CON BIGOTE: Bueno, ¿y qué?
PEPILLO: Que se acabaron las guerras.
ENEMIGO CON BIGOTE: Anda ya.
PEPILLO: Que sí, que mi padre es muy cabezota, y como se empeñe...
ENEMIGO CON BIGOTE: Pero, niño, ¿tu padre quién es?
PEPILLO: El presidente. ¿Por qué?
ENEMIGO CON BIGOTE: Tu padre es el mismísimo presidente en persona.
PEPILLO: Ah, ¿no lo sabías?
ENEMIGO CON BIGOTE: (Huyendo) Adiós... me rindo...lo siento... socorro... me voy...
PEPILLO: Jolín qué raros son los enemigos con bigote. Se ha rendido el tío. Pues no es para tanto. Y todo porque se ha enterado de que mi papi es el presidente de la comunidad de vecinos del bloque.